Fútbol y democracia

Twitter siempre ebullendo de opiniones triviales. Con esto del mundial y la coyuntura guatemalteca muchos sacan todo tipo de anti-argumentos e hipótesis. Entre estos vi uno muy interesante que me pareció  que valía la pena investigar. Muchos hablaban de que Islandia había llegado al mundial por primera vez en el 2018 gracias a la primavera democrática que tuvieron hace unos años. Por el contrario, Guatemala, hundida en escándalos y más escándalos de corrupción, incluso fue sancionada por la FIFA y no pudo participar en torneos internacionales hasta Mayo de este año. La hipótesis es que Guatemala no llega a un mundial y tiene muy mal futbol, en parte, debido a la corrupción a todos los niveles. También es algo ingenuo ignorar que el futbol está repleto de casos de corrupción, desde uso de drogas pasando por dueños de equipos que poseen minas en países del tercer mundo.

Para investigar esto he utilizado la versión 8 de los datos del proyecto Varieties of Democracy (V-Dem). Este proyecto mantiene indicadores de democracia, política, activismo, derechos humanos, prácticas electorales, y otros. Es una inmensa base de datos que conlleva inmensos esfuerzos y constante trabajo colectivo de colaboradores alrededor de todo el mundo.

Para la información sobre partidos de futbol he utilizado este dataset público que encontré en Kaggle y me limité a los partidos amistosos, de mundiales y la copa América.

En primer lugar quise explorar los datos de V-Dem de democracia. V-Dem mantiene 5 indicadores democráticos: índice de democracia liberal, índice de democracia egalitaria, índice de democracia participativa, índice de poliarquía,  e índice de democracia deliberativa. La descripción de estos están en el codebook.

Para cada partido se tiene un equipo local, y el equipo visitante, correspondientes a países. Los indicadores democráticos de esos países son usados en modelos estadísticos o visualizaciones para ver qué patrones se encuentran. Tomar esos 5 indicadores finales de V-Dem, de los distintos tipos de democracia, resultó ser un error ya que estos dependen los unos de los otros y son colineales.

Para cada partido de futbol he restado los indicadores del equipo local con el equipo visitante para obtener una diferencia en sus indicadores democráticos. Esta gráfica muestra la distribución de esas diferencias, para cada uno de los 5 indicadores finales de V-Dem:

A simple vista se aprecia que la victoria en un partido de futbol está ligeramente asociada a diferencias positivas para todos los indicadores (es decir que si el equipo local tiene mejores indicadores democráticos que el equipo visitante, es más común que gane). Es muy curioso que lo inverso no es cierto: Los indicadores democráticos no tienen un sesgo positivo o negativo cuando los equipos visitantes ganan.

Tras revisar las relaciones entre los 5 indicadores se ve que están muy correlacionados todos y eso se confirma al ver en el codebook de V-Dem la manera en que estos se calculan. Así que no vale la pena comparar los distintos indicadores ya que todos estos son casi equivalentes. Primero grafiqué la matriz de correlaciones para partidos en los que gana el equipo local:

Ahora la gráfica basada en partidos en los que no ganó el equipo local:

La conclusión más importante de estas gráficas es que la colinealidad entre los indicadores no nos permitirá hacer un modelo lineal de efectos mixtos (que es lo que yo quería hacer originalmente para verificar si mejoes indicadores democráticos implican mejoresequipos de futbol).

Al correr un modelo con los 5 indicadores como efectos fijos y los equipos como efectos aleatorios, ningún indicador muestra un efecto significativo. Por otro lado si se pone un sólo indicador, se halla un efecto extremadamente significativo.

 

 

Lo mejor será buscar otros indicadores menos colineales. Lo que sí ha quedado claro es que los equipos de países con indicadores democráticos mayores que el oponente tienen tendencia a ganar, lo que apoya la hipótesis de que Islandia ha podido llegar al mundial, en parte porque ha mejorado en términos de democracia, mientras que Guatemala permanece detrás, en parte por que no ha mejorado. No se puede asegurar a esto una relación causal, pero los datos y el sentido común sugieren que esta hipótesis podría ser correcta.